¿Quieres que te cuente un cuento recuento?
El jovencito Cano, un problemilla en casa tenía
pues que todavía era un pequeñajo, su mamá creía
y por más que el pobre su actitud le reprochaba,
con mamá Eli se enfadaba pero nada arreglaba.
¿ Quién mejor que ella lo cuidaría y mimaría,
de los peligros de la vida lo guardaría
y de sus enemigos lo protegería?…
Con papá no contaba, mucho no lo ayudaba
porque en sus cosas estaba,
mamá era la que se ocupaba de su educación
y ella siempre, siempre, tenía la razón.
Ocurrió que Eli iba a ser madre de nuevo,
Cano tendría un hermanito que saldría de un huevo,
pero entonces pasó algo inesperado,
con lo que ninguno había contado:
papá Peliqui su empleo perdió
y en una profunda tristeza se hundió;
mamá Eli tuvo que sacar fuerzas de donde no las tenía,
pensando que un trabajo alguna amiga le daría;
así ocurrió y a cuidar a sus dos hijos papá obligado se vio.
Todo mal le salía, cuidar de la casa y de sus hijos grande le venía,
pues ni de una cosa ni de otra nada sabía.
Cano entonces de todo se preocupó
y a su padre de su gran apuro sacó:
compraba, cocinaba, lavaba y planchaba
y además, de su hermano pequeño cuidaba.
Su madre orgullosa de él estaba,
fue entonces cuando supo, que ya no la necesitaba.
Papá Peliqui un buen trabajo encontró,
pero que ayudaría en casa, a su mujer le prometió.
Así fue como el problema de Cano se solucionó
y feliz toda la familia vivió:
mamá iba más descansada, siempre por papá ayudada,
y el adolescente Cano sus decisiones podía ahora tomar,
porque ya era maduro para poder opinar.
