Frank Enstein, el forense detective

¿Quieres que te cuente un cuento recuento?
El joven zorro Frank Enstein
era tan listo como el sabio Einstein;
le encantaba el suspense,
y se preparó para ser forense.
El mejor en su profesión era,
no había duda que se le resistiera,
con los agentes de la ley cooperaba
y a resolver casos extraños los ayudaba,
a veces, incluso de detective actuaba,
cosa que le encantaba;
como aquella noche en que Mario,
su amigo el canario,
en el escenario de un crimen implicado se vio
y que no era culpable Frank demostró.
Mario era el más grande tenor
del gran teatro mayor;
tirado en el suelo lo habían encontrado
sin sentido, desmayado,
en casa de Tara, la principal soprano,
una calurosa noche de verano,
con su blanco traje de sangre manchado;
una pistola sujetaba,
en su ala derecha la llevaba.
El zorro supo que alguien estaba mintiendo
y en una trampa a Mario metiendo
y cómo sabía esto, estaréis diciendo
pues porque éste era zurdo de nacimiento:
con el ala derecha no pudo disparar,
el arma no hubiera podido sujetar…