¿Quieres que te cuente un cuento recuento?
Esta osita nunca hacía caso a sus mayores, hasta que se llevó un buen susto por no obedecer a su hermana mayor.
Sita, era una osita muy mimosa y revoltosa.
Leonor, su dulce hermana mayor,
constantemente la disculpaba cuando mama osa le regañaba.
Siempre la consentía,
le dejaba hacer cuanto quería…
Un día antes de la Navidad, las dos fueron a pescar,
Sita su nueva caña quería probar.
Retó a su hermana a buscar el sitio más escabroso
y aunque Leonor le dijo que sería peligroso,
Sita no la escuchaba y de ella se burlaba,
que era una miedosa la llamaba…
Tonteando en una gran piedra se resbaló
y su cuerpo al vacío se precipitó.
Rápida y hábilmente Leonor la rescató,
pero entonces ella cayó…
Por suerte, al rio fue a parar
y nadando su vida pudo salvar.
Sita en la orilla la esperaba,
llorando desconsolada mientras se atormentaba:
por mi culpa te he podido perder, no lo puedo creer,
tú me lo advertías
pero yo caso no te hacía…
Leonor aún magullada,
le dijo muy preocupada:
Sita, si tú quieres aprender,
a los mayores debes obedecer,
ellos saben qué hay que hacer,
no porque tú seas una necia,
sino porque ellos tienen experiencia.
Los mayores también nos podemos equivocar,
pero quizás algo os podemos enseñar y un daño evitar…
A partir de entonces, a su hermana mayor Sita siempre escuchó
y sus sabios consejos siguió.
La Navidad con más felicidad ese año celebraron,
pues un buen susto ambas se llevaron
que para siempre recordaron.
