Ratoncitos, mariposas y elfos, miraban sorprendidos a Perlita, la niña a quien Unicornio había liberado de los malvados Krons, quienes la habían secuestrado por su imprudencia al entrar en su mundo, un mundo mágico donde el tiempo se paraba.
Perlita volvió a ser una niña al regresar, y solo se había atrevido a hacerlo porque los Krons habían invadido a su pueblo y ella sabía que las almas buenas de aquel bosque, como la de Unicornio, la ayudarían otra vez.
Unicornio no lo pensó y reunió a todos para ayudar a Perlita a echar a los Krons de su pueblo.