Entre la cariñosa c y la sonriente s,
que nadie se asuste o se estrese,
camina rodando la redonda vocal o,
que no ha podido evitar,
aunque lo ha querido intentar,
dar un fuerte y gran bocado,
al chocolate con nueces.
Su amiguita a, la bonita vocal
a quien hoy le duele el ojal,
la ha venido a acompañar,
pero no deja de dudar,
si frase alguna podrá articular.
Cuando cese su vuelo la mariposa,
la o y la a, las vocales chismosas,
explicarán una cosa curiosa,
que les ha resultado graciosa,
y un extraño y misterioso caso,
a las mañosas letras del lugar,
o tal vez, habrá que esperar,
como empiezan a sospechar,
hasta que llegue el ocaso,
porque la letra ll no está en casa,
y no es para nada cosa de guasa,
pues amiga, esta reunión sin ella,
que es de las letras más bellas,
¡no la pueden empezar!
Comentan las malas lenguas
(que las hay a muchas leguas)
que ll además es una doble espía,
cosa que ni siquiera sabía,
la solitaria letra l, que es su lejana tía.
