Pequeñas discusiones (cuento para aprender las consonantes p /q, y la vocal i)

Un día de primavera cualquiera, la letra p se había acercado al río para nadar un rato. Le gustaba mucho bucear, lo cual hacía sumergiendo su parte redonda, y dejando fuera su pequeño palito para poder respirar. Se encontró con su amigo Pedro, el pez espada que tenía mucho palique y hablaron sobre el calor que ya hacía para ser todavía primavera. Se les unió Paco, el pato más guapo, que tenía un pelo muy suave pero pobre y quebradizo y que venía en compía de la letra q, la cual estaba merendando un poco de queso con pan, que con gusto ofreció a sus queridas amigas.
-¿Alguien quiere queso con pan? – dijo tirando una miguita a Pedro, el pez, antes de que pudiera responder.
La letra p salió del agua y se tropezó, cosa que a la q  le pareció graciosa y se empezó a reír; esto enfadó mucho a  p, quien le volvió a recordar una discusión que quince días antes habían tenido, en la que la p le dijo a la q, que era una copiona, porque quería ser como ella, salvo a veces, que para disimular su parecido, utilizaba una pequeña rayita al final de su palito y cambiaba su dirección al caminar cuando la veía, es decir, mientras p se dirigía a la derecha, q siempre le interrumpía el paso, caminando a su encuentro. La q se quejó de esta acusación y protestó diciéndole a la p que la copiona era ella, a lo que p respondió que eso no podía ser, pues todo el mundo sabe que la p va primero que la q.
En estas tonterías estaban, pues las dos se querían como hermanas, cuando oyeron que unos niños se acercaban y tuvieron que salir corriendo. La p se volvió a tropezar y caer pero esta vez, su amiga q  la ayudó a levantarse, aunque haciendo eso, perdió su pan y su queso.
Paco, el guapo pato se zambuyó en el río y se puso a nadar con Pedro, el pez espada, antes de que Pepita y Pablo, los niños que vivían al lado del bosque de las letras, apareciesen caminando por allí junto a su papá, el señor Pelayo…

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