Cerrando círculos

Era primavera, y las letras estaban felices. El sol brillaba y los pajaritos cantaban desde temprano. Las letras organizaban fiestas con los animales del bosque, aunque las vocales, que eran más pequeñas que las consonantes, tenían un poco de miedo de los animales que por su aspecto o enorme tamaño, parecían ser fieros, como les había pasado a la bebé koala y a la vocal a, cuando vieron venir al oso gris. Sin embargo, de quien más huían las letras era de los humanos pero no porque les tuvieran miedo, sino porque desde que eran pequeños, es decir, niños, les habían hecho creer que el  mundo donde vivían las letras no existía, y claro, podrían asustarse al verlas.
Esa mañana, la rana Ana fue a comprar y se encontró con la letra q que, sin su palito corto, y según cómo la mirases, parecía una p. Pero cuando Ana la vio comiendo un trozo de queso, supo que era ella; la rana Ana la saludó y le ofreció un pedacito de pan para que pudiese acompañar al trocito de queso, y q, le dio un poco de queso para que pudiera comer con su pan. Empezó a levantarse un poco de brisa; la letra q se despidió de la rana Ana y siguió su camino. Se encontró al pato Paco, y juntos se dirigieron al río, donde la p buceaba junto al pez espada llamado Pedro. La letra q, muy amablemente, quiso compartir su merienda con ellas. Aunque p y q eran amigas, a veces discutían. P decía:
—¡Eres una copiona!
—¡Tú me copias a mí! —respondía q.
—¡Eso es imposible! ¡Yo vengo antes en el abecedario!
La discusión terminó cuando vieron acercarse a Pepita y Pablo, dos niños del pueblo cercano que venían con su papá, el señor Pelayo. Las letras corrieron a esconderse pero p tropezó y su «amienemiga», la q,  tuvo que ayudarla. Al hacerlo, su trozo de pan con queso cayó al suelo. Las hormigas de la patrulla Z se comunicaron inmediatamente con las de la fila X, para que las ayudasen a transportar tanta comida que habían encontrado. Al llegar los niños, miraron sorprendidos cómo las hormigas se organizaban para recoger y llevarse las migas de pan y queso con las que podrían disfrutar de un inesperado festín para pasar el crudo invierno.

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