Aya y Dusa: una relación algo confusa

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Aya la raya y Dusa la medusa,
tenían una relación algo confusa.
Dusa, a quien apodan «avispa de mar»
es la más rápida de todo el lugar…
y Aya, la raya, es lenta donde las haya.
Sin embargo, una pareja perfecta hacían
aunque eran criticadas por los que las conocían:
Ellas felices vivían y juntas su vida hacían.
Con machos de su especie no podían estar,
ninguna a la otra quería abandonar.
Sus familias juntas las habían criado
pero hermanas nunca se habían considerado.
Así ambas bien estaban, nada más necesitaban.
Aya conoció a un tiburón que parecía ser especial
pero resultó que Burón no era un ser tan genial.
A la raya le gustaba: astutamente la conquistaba…
Aya pensaba además, que si con él salía, ya nadie la criticaría;
pero el tiempo pasó y algo violento Burón se volvió:
En público a Aya maltrataba, a sus espaldas mal de ella hablaba:
Celos de Dusa tenía, a quien Aya mucho quería.
Burón el tiburón a la raya amenazó, un ultimátum un día le espetó:
Si a Dusa no abandonaba, él con otra se largaba…
Aya ni un segundo lo pensó, a su hipócrita novio dejó
y con su amada Dusa a su casa volvió…
Ésta encantada la recibió y un fuerte abrazo le dio
pues Dusa siempre había sabido por qué con Burón había salido…
y a su amiga perdonó, todo olvidó, pues con ella volvió:
Se había equivocado pero a tiempo había reaccionado.
Ambas felices vivieron, pues su voluntad cumplieron
a su corazón siguieron y a las habladurías caso no hicieron.