¿Quieres que te cuente un cuento recuento?
Malta, la dálmata, siempre daba la lata a Dog, el bulldog;
Ahora hacía un mes que empezaron a salir
y ya pensaban en juntos irse a vivir.
Todo era bonito y de color de rosa,
en el estómago sentían la típica mariposa …
Pero Malta estaba un poco pesada,
controlaba a Dog una pasada.
A ninguna amiga podía saludar:
Malta por sistema la quería matar.
Al principio a Dog no le importaba:
A risa se lo tomaba,
pues eran cosas de enamorada;
Pero el tiempo pasaba
y su celo aumentaba,
al pobre Dog vigilaba
¡de día y de noche lo controlaba! …
después comenzó a hacer la tanda de reproches
y su “mala actitud” le recriminaba todas las noches:
Malta a todas horas lo llamaba,
descansar no lo dejaba
y se enfadaba porque él no lo hacía,
que ni se preocupaba de ella decía,
pero Dog por ella sufría cuando sola salía
pero no se lo decía, como ella querría.
Dog le explicaba, por experiencia,
que ambos debían tener su independencia:
Malta con sus amigos quería que salieran
pero no que con los de su novio se vieran.
La excusa era que no le gustaban sus amistades,
pues ninguno de ellos tenía responsabilidades.
Para él eran una mala influencia,
-«También te lo digo por experiencia”-
lo convencía mientras las uñas le hacía.
Y llegó un momento en que Dog solo hacía lo que Malta quería
pero aún así, con sus reproches y misterios ella seguía …
Dog tranquilo no vivía, no dormía …
sólo pendiente estaba de lo que su novia pedía,
de los caprichos tontos que tenía…
Ahora, a todas horas la llamaba
porque si no se enfadaba;
dejó de salir con su manada,
a sus amigos de menos echaba
pero si con ellos salía,
una bronca recibía:
De expresar sus sentimientos no era capaz
pues así “tenían la fiesta” en paz.
Tan presionado se sentía que ni siquiera comía …
delgado se estaba quedando
su familia ya se andaba preocupando;
Pero Malta en la suya seguía,
ella ni caso le hacía …
Dog cada vez menos personalidad tenía
y por su aspecto, mucho mayor parecía,
los nervios lo estaban consumiendo,
un infierno estaba viviendo.
Malta era cada día más absorbente,
su voluntad era preferente.
Ella siempre tenía razón
sólo valía su opinión,
pues todo bien hacía,
justo como ella quería.
Al llegar cansada a casa un día,
una ambulancia en la casa del vecino había:
Se llevaban al pobre Dog al hospital,
¡La urgencia en ingresarlo era vital!
Pero Malta ni siquiera lo fue a ver,
los preparativos de la boda debía hacer,
con nada se podía entretener:
Una sorpresa a Dog le daría:
Con él al salir se casaría …
pero entonces Dog los ojos abrió
su venda de enamorado se cayó
y lejos de ella tranquilo respiró …
ya no se sentía presionado, ni atado
sino liberado y afortunado;
Un susto muy grande había tenido
y de él, a la fuerza había aprendido.
Con Malta no se casó,
un tiempo esperó
y con ella en serio habló.
A Malta mucho le costó
pero al final lo entendió,
perderlo no quería, se moriría …
para salvar su amor lo que fuera haría.
De nuevo comenzaron
y ambos su carácter mostraron:
De acuerdo se ponían si por algo discutían,
Algunas veces el uno cedía,
otras, la opinión del otro vencía,
pero una relación sana tuvieron
y al final se comprometieron.
Un susto se tuvieron que llevar
para que su amor pudiera triunfar
sin el uno al otro amedrentar.