¿Quieres que te cuente un cuento recuento?
Lula la libélula aún es jovencita para tener una hijita
por eso a veces se despreocupa
y de Linda, su hijita, no se ocupa.
Linda es un peculiar bichito pero tiene su corazoncito.
Su mamá no la atiende
como es conveniente
nunca le pregunta con quién ha estado
ni con quién ha hablado.
No conoce a ninguna de sus amigas
aunque tampoco “harían buenas migas”.
No le importa si viene o si va
ni sabe cuando en casa está.
Linda la intenta agradar
su atención pretende captar.
Le habla de sus cosas … pero Lula se distrae con mariposas.
Le explica lo que hizo ayer … ella no deja de comer.
Así es que Linda empieza a pensar
que para mamá es un pesar.
Y un buen día se marchó decidida de que nunca volvería, mamá ni cuenta se daría.
Lula cantando esa mañana estaba cuando recibió una visita inesperada.
Marga la profe de Linda era y venía hecha una fiera.
Por Linda le preguntaba pues estaba muy preocupada:
Por el colegio no había aparecido y eso la había sorprendido.
Sabía que Linda bien no estaba porque por nada lloraba y por todo se enfadaba,
esto no era normal, Linda era un amor, nunca tenía mal humor.
Lula se justificaba, decía que ella no sabía nada.
“Ahora tienes una responsabilidad
de tu hijita debes cuidar” – Marga exclamaba mientras Lula lloraba.
“A buscarla me ayudarás y una disculpa le pedirás;
Si te habla de sus cosas, dile que son maravillosas.
Si te explica un problema inventa una estratagema.
Debes ayudarla, protegerla
entenderla y educarla
pues si ella te adora y admira, tú debes ser su mejor amiga.” – Marga exclamaba malhumorada.
Lula entonces sus ojos abrió
y a su amiga entendió,
en ese momento maduró
y preocuparse de su hijita prometió.
Las dos amigas a Linda encontraron
y las tres abrazadas a casa regresaron.