Laurita la pionera golondrinita

¿Quieres que te cuente un cuento recuento?

Laurita, la bonita golondrina, está que trina …
no entiende por qué “etiquetas” hay que llevar
para si eres varón o hembra diferenciar;
su mama la viste de rosa porque es una princesa
sin embargo ella protesta pues es un poco traviesa;
su hermano prefiere el azul marino
¡como buen príncipe divino!
Mezclando el azul y el rosa podría vestir de morado,
así todo estaría buenamente solucionado
pero esto era imposible de conseguir
mamá sólo de rosa la quería vestir …
Algunas amigas igual que ella pensaban
y por poderse vestir como quisieran luchaban,
no entendían esta imposición,
pues no tenía ninguna razón;
sin embargo, solamente lo hablaban
y así nada cambiaban.
Mal los varones las miraban
creían que su puesto ocupaban.
De los árboles ellos debían coger las piñas,
pero si una hembra lo hacía, ya había “riñas”.
A fútbol con el fruto jugaban
mientras ellas orgullosas los miraban
y hacían collares de colores
para regalar a los ganadores …
Un día, un golpe en la cabeza Laurita se dió y al suelo cayó,
con la puerta de la juguetería se había golpeado
¡alguien abierta la había dejado!
En la tienda algo querían regalarle
para hacerle el dolor más soportable.
Laura un juguete de hembras debía escoger
pero ella unos cochecitos quería coger,
nunca ninguno había tenido
su hermano ni tocarlos le había permitido
sus juguetes ya la aburrían
pero hizo lo que todos le pedían
y un cuento para colorear cogió
que sin ganas en casa pintó …
Ella una tontería consideraba
que un color que alguien llevaba
o algo con lo que jugara
su género condicionara,
ni que influir esto pudiera
en la personalidad de cualquiera.
A una hembra el azul le puede gustar
igual que el rosa a un macho agradar.
A ponerse unos pantalones un día se atrevió
y todo su grupo de amigos de ella se rió…
Ningún caso les hizo y se puso lo que quiso:
en casa su mamá se enfadaba y le gritaba
su hermano mayor con ella se peleaba.
En el pueblo un concurso de belleza se iba a celebrar
Laura de cabeza y sin pensarlo iba a participar;
sus pantalones estampados de flores llevó
y con garbo y elegante estilo los lució:
al jurado enamoró y tanto gustó que el concurso ganó.
Su maestra al día siguiente vestía algo diferente:
un pañuelo azul se puso en la cabeza
¡sus alumnos se quedaron de una pieza!
Poco a poco Laurita su batalla iba ganando
en ella se fijó el bueno de Fernando;
Fernando era el gorrión más respetado
y entre todos el más considerado,
lo que hiciera o dijera Fernando
ya estaban todos copiando;
a Laura defendió y unas bambas rojas se compró,
muy bien le quedaban, que fueran de hembra todos dudaban.
Ya nadie de la golondrina se reía ni con ella se metían,
muy guapa con sus pantalones la veían
muchas su estilo ya seguían;
los gustos de los demás aprendieron a respetar
sin que su género les tuviera que  condicionar.

 

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