Reme, la inquieta delfina

¿Quieres que te cuente un cuento recuento?

La bella e intrépida Reme, un sueño tenía:
ser Capitán de un barco la delfina quería,
sus amigos ningún caso le concedían
y bromas al respecto le hacían,
pues ningún sentido le veían
a lo que ella ilusionada les decía;
cuando una embarcación a sus aguas venía,
todos sin esfuerzo iban nadando,
el empujón de la nave aprovechando:
siempre lo habían hecho de esta manera
y debería bastar para un cetáceo cualquiera.
Le decían que dejase de soñar despierta,
cuando de un barco se veía en su cubierta …
pero Reme,la resuelta delfina, ¡era cosa fina!
la ayuda de un bajel no quería aprovechar,
ella tenía arrojo suficiente para solita nadar;
dejarse manipular no le gustaba
y todo lo que necesitaba o quería,
con su empeño y esfuerzo conseguía;
de este modo, mejor consigo misma se sentía,
no pretendía que su bienestar le regalasen
y que otros en su camino la guiasen,
¡eso ningún valor tenía!
Reme vivió algunos años soñando,
los interminables días iban pasando,
hasta que al llegar a su mayoría de edad,
pudo hacer su deseo realidad
y conseguir lo que ansiaba de verdad.
A su familia dijo que en Ingeniería Naval se quería matricular,
pero la delfina, por otra alternativa prefería optar …
lo que le interesaba de los barcos no era diseñarlos,
sino aprender a la perfección cómo gobernarlos.
Muy fácil la pobre no lo tuvo,
sin embargo,¡su anhelado deseo obtuvo!:
los estudios acabó, su ansiado título consiguió
y a familia y amigos la verdad explicó.
Así, Reme fue la primera Capitán de Marina mercante,
pues era una hembra muy echada pa’lante.
En el buque Ciudad de Palma sus prácticas cumplía,
trabajos de Piloto en el Cala Fustán hacía,
desde popa, las entradas y salidas del puerto dirigía,
el mundo con su compañía recorría
y cuando a sus colegas, aprovechando el tirón de su barco veía,
los saludaba con gran satisfacción e infinita alegría:
ahora era ella la que con merecida razón se reía,
ya que su eterno sueño había conseguido
porque en su empeño jamás había desfallecido.
También por el mundo viajó en un gasero danés,
donde tuvo algún que otro revés
pues mucho se aburría,
ninguna hembra a bordo había
y un poco sola se sentía;
por suerte, esta aventura poco duró
pero para ganar experiencia le sirvió
¡y el Caribe, México y Galveston conoció!
Poco después en el buque Sorrento embarcó
y un suceso aconteció que su suerte cambió:
un fuego descontrolado a bordo los sorprendió;
fueron momentos de incertidumbre,pánico y tensión
pero Reme, con aplomo, se hizo cargo de la situación:
cada una de las decisiones que la delfina tomaba
y con convicción a sus compañeros ordenaba,
era la mejor, adecuada y la más acertada;
el incendio en breve se sofocó,
y esto, el reconocimiento de todos le valió:
el cargo de Capitán del Zurbarán, la hembra consiguió.
Sesenta días en mar Reme pasaba
y cuarenta en tierra con su familia estaba,
por la seguridad de los suyos siempre velaba,
pues como buena Capitán constantemente actuaba,
cumplía, profesionalmente, sus funciones y obligaciones;
del bienestar de todos era responsable
y sin perder la sonrisa y el tono amable,
con gusto, a tropa o pasajeros, la delfina atendía,
la paciencia nunca perdía,
encantada estaba con el trabajo que hacía
y de este modo, con acierto, experiencia y sabiduría,
cualquier problema que en su nave hubiera,
fuera del tipo que fuera, la competente Reme resolvía;
sus familiares y amigos orgullosos de ella estaban
y con ganas y entusiasmo la esperaban,
pues aunque mucho de menos la echaban,
sabían que su auténtica delfina feliz y dichosa vivía
y tenía la recompensa que por su tesón merecía:
su mayor deseo ya cumplido tenía;
ella nunca se había achicado
y con creces había demostrado
que el esfuerzo y la ilusión,
son la mejor combinación
para poder un sueño conseguir
y satisfecho de tu trabajo vivir.
Reme nunca se dejó por la pasividad llevar
y por eso, ser Capitana de un barco pudo lograr.

5 comentarios

  1. Me encantó! Además, es una gran verdad. Si quieres algo, tienes que luchar y jamás dejarte «convencer»de que no lo lograrás ! Algunas veces suele ser algo más fácil y otras, más complicado, pero, si no das tu brazo a torcer e insistes, al final lo conseguirás! Felicidades

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